Lágrimas

Muchas son las felicitaciones que hemos recibido durante este pasado año: cartas en los periódicos, felicitaciones entregadas en el registro del hospital, cartas dirigidas a la dirección de nuestro centro...

En todas ellas se reconocía mucho más que el trabajo bien hecho, la valía y la profesionalidad de un equipo... se reconocía la cercanía , la empatía, la humanidad en el trato... Sin duda son un intento de reconocer y corresponder al cariño que recibieron.

Pero permitidme que me quede con otras... las no escritas.

Las de los que se dirigieron a mí, como responsable de la unidad, para felicitarme por el equipo de personas con el que contaba. Las de las personas incapaces de expresar en un escrito lo que sin equívocos expresaban con un abrazo entre lágrimas.

Estudios de expectativas dicen que los ciudadanos se sienten cuidados cuando los profesionales les transmitimos confianza, estamos disponibles para atenderles en sus demandas, cuando nos anticipamos a sus necesidades, cuando les ofrecemos formas para afrontar la enfermedad y las consecuencias de la misma y , sobre todo, cuando son tratados como personas.

Y esas lágrimas de agradecimiento en los pasillos son el reflejo del cuidado que han recibido y de la confianza que depositaron en nosotros.

Recibid esas felicitaciones porque son vuestras y GRACIAS por hacermelas vivir.